Choking Game

Así se llama la nueva moda entre algunos jóvenes que quieren ser aceptados socialmente. El "choking game" consiste en eso: ahorcar a sus compañeros hasta que pierdan el conocimiento, convulsionen o... bueno, en algunos casos... mueran.

Una más de las tonterías que los jóvenes hacen por una tonta necesidad de "inventar" la novedad, y obviamente por el descuido de sus padres.

Escúchame tú, jovencito, que vives influenciado por este blog: No lo hagas.

Listo. Luego de haber salvado miles de vidas con mi mensaje, sigo con mi historia. Recordé algo que me sucedió hace años, cuando vi las noticias en TV:

El perro de mi primera enamorada estaba poseído. Me mordía a mí, la mordía a ella, mordía a todos. Era por la fuerza, el señor de la casa. Tenía un serio problema. Un mugroso coker spaniel que valía por tres pitull terriers. Créanme, muy bonito y tierno por fuera. Por dentro, el mismo Charles Manson reencarnado en un perrito.

Alguna vez estaba solo en la sala de ésta casa. No recuerdo dónde estaban los demás. Pero el perro vino corriendo y empezó a ladrarme y morderme. No jugaba. Me mordía mal. Lo cargué y lo saqué al patio, y regresaba más molesto que antes. Mordía más fuerte que antes, también. De cargarlo, trataba de sacarlo a patadas, y peor. No se me ocurrió mejor idea que echarlo boca arriba y cogerlo del cuello hasta que se tranquilice.

Me mordió un par de veces más. Luego intentó safarse. Luego, se quedó más tranquilo, tosía, pero su cara no me gustaba para nada. Le quité las manos de encima, y el perro... no se levantaba.

"¿¡Lo maté!?"

Como comprenderán, si moría el perro, moría yo. El mundo entero se detuvo, viendo en cámara lenta como el perro finalmente había logrado meterme en un gran aprieto. Le costó la vida, pero ese perro solo quería destruirme.

Y así termina esta corta y trágica historia. Una oscura parte de mi vida.

 

Ja. Mentira, es broma. Por supuesto que ahí no termina esa historia. No pasó mucho rato antes que el perro se vuelva a levantar a morderme más fuerte aún. Pero ya después de lo que sucedió, no me importaba mucho.

No imagino claramente qué hubiese pasado si el perro no se levantaba nunca más. Quizás hubiese sido algo así: