La contaminación no es cosa de juego

Hoy es 07.07.07. Hoy se llevará a cabo la serie de conciertos Live Earth. Y es que de alguna manera u otra, tenemos todos que ser conscientes de lo crítica que es la situación climática en todo el planeta. El documental La verdad incómoda de Al Gore fue un intento excelente para lograr esto. El éxito de esta campaña, obviamente, no depende de los productores, sino de ti, ya que si es que aún no la has visto, tienes que verla.

Me llamó la atención enterarme que el año pasado el Blacksmith Institute había realizado una lista con las 10 ciudades más contaminadas del mundo. Entre estas 10, obviamente está Chernobyl, en Ucrania, que es totalmente inabitable desde la explosión en una planta nuclear en 1986. La forma como esta radiación sigue afectando a otras ciudades es aún imposible de medir.

Entre otras ciudades, están 3 ciudades rusas y Linfen (China) por sus minas de carbón, Ranipet (India) donde más de 3 millones de personas están en peligro, y nada menos que La Oroya, aquí en Perú. Obviamente, las condiciones de vida ahí son excesivamente bajas, y el asunto es que las mineras han hecho hasta ahora poco o nada por solucionar esto.

Este tema no solamente debe llamar nuestra atención por lo cercano que es a nosotros. Lo que pasa en La Oroya es una muestra en pequeño de lo que pasa a nivel mundial. Las personas con más poder son conscientes de esta realidad, y sin embargo prefieren ignorarla, para no ver afectados sus millonarios ingresos. Nunca llegué a entender bien este tipo de pensamiento. Se trata de cantidades tan grandes de dinero, que una vida no alcanza para utilizarlo. Al final, te mueres, y no te llevas nada. Pero dejas un planeta cada vez más inhabitable. Todos debemos empezar a ver más allá de nuestras narices. Hay millones de personas en este planeta con los mismos derechos que nosotros, y sin embargo, no con la misma suerte. Si tú estás leyenedo este blog, por tener acceso a internet estás en el 5% más rico del planeta. Un 95% de la población está esperando que miremos atrás y les demos una mano.

Nosotros, que no tenemos en nuestras manos lograr cambios importantes en este tema, no olvidemos hacer lo poco que sí está en nuestras manos.

 

 

Referencia: Blacksmith Institute / MSNBC