¡Qué haré! ¡Qué haré!

Este es mi primer post dedicado a alguien que conozco. Dicen que te vas. Y aunque quisiera evitarlo, estoy muy alegre por ti. Alegre por el pasado, porque desde hace años te conozco, y he aprendido mucho de ti y me has ayudado en muchos momentos difíciles y sé que yo te he ayudado también. Alegre por el presente, porque hasta el día de hoy sigues siendo una de las pocas personas que me puede poner en mi lugar cuando me equivoco; porque gracias a Dios se te abren las puertas que necesitas para viajar, y porque gracias a Él hasta ahora puedo decir que no tengo una mejor amiga que tú.

Y, claro, tambien estoy alegre porque sé que te irá muy bien durante el tiempo que estés lejos. Estoy muy orgulloso de ti, pero lo estaré mucho más cuando regreses y puedas contarme todas las cosas que aprendiste por allá. Más te vale que sean muchas.

Claro que no todo es felicidad por aquí. ¡Osea! Te dieron la visa y en dos semanas sales para los Estados. ¡Dos semanas! Justo cuando yo termine la universidad. ¡Qué haré! A veces, les damos mil vueltas en nuestra mente a las cosas y por ello todo sale mal. Otras veces, las cosas pasan tan rápido que no dejan mucho tiempo para pensarlas.

Pero bueno, este post no es para lamentar que te vayas, sino para celebrar que estás aquí. Y que así te vayas seguirás aquí, y que cuando regreses (más te vale que pronto) todo seguirá en su sitio, creo. Quizás yo un poco fuera de mi lugar porque no habrá nadie que me controle igual :/ Pero prometo que estaré bien, y me portaré también bien.

Bueno, tengo solo dos semanas para aprender más de ti. Empezaré en este momento.